31-10-2019

Los hechos de estos días, han demostrado que un pueblo valiente es capaz de quitarles la tranquilidad a todos aquellos partidos políticos que conviven en su Congreso Nacional, gozando de los privilegios y haciendo un show ficticio como si fueran distintos, hacen como si pelean entre ellos, para terminar poniéndose de acuerdo en cuantas migajas van a darnos. 

Así lo volvieron a hacer estas últimas horas, con esos mezquinos anuncios, pobres propinas con las que pretenden que volvamos sumisos a nuestras casas, para que ellos sigan disfrutando su fiesta que ya gozan hace 30 años.

Intentarán engañarnos otra vez, porque los únicos que han perdido la paz de sus vidas acomodadas son ellos: los políticos de todos los colores, incluso esos que se dicen de izquierda, pero que han olvidado al pueblo hace muchos años, sólo para mantener un orden social que les asegure sus intereses y los de los más ricos de este país.

Veremos a esa minoría de poderosos juntarse y confabularse contra la mayoría que somos nosotros los trabajadores. Algunos se unirán a las marchas, saliendo de sus oficinas para intentar conducirnos como si fueran luchadores sociales, para llevarnos a protestar pacíficamente, mientras nos reprimen con toda la violencia del Estado, que como siempre quedará impune. 

Con la complicidad de los medios de comunicación, nos quieren dividir como siempre lo hacen. Nos quieren confundir haciendo parecer a los que protestan con decisión y legitimidad como si fueran delincuentes. Y lo cierto es que, frente a la verdadera delincuencia, que ya afecta todos los días en las poblaciones, nunca han hecho nada. Y ahora se dan el lujo de incitarnos a que nos “organicemos” armados de palos, para hacer la misma pega, que milicos y pacos hemos visto hacer con jóvenes y niños en las calles de nuestro país. Incluso la han querido mostrar como una acción solidaria, cuando la solidaridad dentro del pueblo ha sido un valor permanente que ha servido históricamente al pueblo consigo mismo para sobrevivir día a día. 

Fue la desobediencia consciente de nuestros hijos que evadiendo el Metro encontró en buena hora la explosividad de un pueblo que ya se cansó de las injusticias, de las condiciones difíciles para vivir en este país para todas nuestras familias.

Como Fuerza Pobladora llamamos a no dejarse embaucar por los discursos oportunistas que nos dirán que dictarán leyes para “reducir las diferencias”, cuando nuestra lucha es para terminar con toda diferencia. Nos dirán que harán de Chile “un poco más justo”, cuando el pueblo y los trabajadores tienen derecho a toda la justicia, pues es nuestra gente la que construye la riqueza de este país. 

La Fuerza Pobladora llama a no dejarse engañar por los llamados a ser pacíficos cuando por años nos han pedido ser pacientes. A Continuar la Lucha, a Elevar la Organización y a Resistir por alcanzar la Vida Digna; que sólo será posible si trabajamos sin ser explotados, si contamos con salarios justos, si nuestras viviendas son de calidad, si nuestros niños viven felices y se educan integralmente, si nuestros jóvenes tienen las oportunidades para desarrollar su futuro plenamente, si la atención de salud está asegurada y es oportuna, si nuestros abuelos pueden mirar el pasado con orgullo y satisfacción. Por eso luchamos y por eso seguiremos luchando.

Con la Fuerza de Miles, Fuerza Pobladora de Chile