No cabe dudas que la institucionalidad política logró sus objetivos fijados hace ya un año, el 15 de noviembre de 2019, con el acuerdo de paz y nueva constitución, el proceso electoral llevado a cabo e impuesto por los mismos politiqueros de siempre, sostenido en el engaño fraguado en los pasillos de palacio, con el que reemplazaron las demandas del pueblo con una “nueva constitución”. Los resultados ya cantados son los que todos esperábamos, los que ellos ya tenían cocinados.
El plebiscito del 25 de octubre, en el que sólo participó el 51 por ciento del electorado, cierra con una gran fiesta y celebración su muy elaborado plan, que no resuelve ninguna de las demandas que el pueblo levantó con fuerza a partir del 18 de octubre. Esta maniobra de los poderosos sólo sirve para encauzar las movilizaciones hacia sus propios intereses y dar “soluciones” manejadas por la institucionalidad.
El evento plebiscitario prometió esperanza y cambios para Chile, pero vemos como en nuestras poblaciones todo sigue igual, nos levantamos temprano para ir a trabajar, nuestros niños se esfuerzan por aprender algo desde la casa, esperamos horas en los consultorios para recibir medicamentos y volvemos al final del día a casa después de una agotadora jornada de trabajo y un largo trayecto en micro y metro llenos. Pareciera que todo volvió a la normalidad, esa realidad que nos mantiene tranquilos y callados en nuestras casas, la misma que se vivía antes del 18 de octubre, la que no dejaba salir la rabia acumulada tras años de injusticia y desigualdad. Así, el pueblo dejó de lado las protestas por sus justas demandas y, poco a poco, acató la propuesta de los sectores dominantes.
YO NO VOTO ME ORGANIZO dijimos fuerte y con firmeza en las calles, en cada una de nuestras poblaciones, trabajando y organizándonos para darle a conocer a nuestro pueblo que, una vez más, los mismos que nos tienen viviendo con lo justo para el pan nos quisieron engañar y hacer volver a su caudal, pero nosotros, como vecinos organizados y valientes, sabemos que el cambio sólo será real cuando el pueblo sea el verdadero protagonista de esta sociedad.
Fue la organización de nuestros vecinos, de los sectores conscientes del pueblo, la juventud, profesores, profesionales y trabajadores, la que tuvo la fuerza para mostrar una idea propia, clara y honesta, una alternativa popular distinta al camino trazado por los poderosos.
Tras estos meses, el sistema ha mostrado con mayor claridad su gran fisura, poniendo en evidencia que los intereses de las clases dominantes son contrarios al protagonismo y dignidad del pueblo, esto abre una gran posibilidad para los pobladores. Al instalar nuestra denuncia y postura YO NO VOTO ME ORGANIZO, demostramos que sí se puede, que sí es posible hacer de la organización del pueblo nuestra propia alternativa, con la conciencia y el coraje demostrado por los pobladores.
¡CON PARTICIPACIÓN Y PROTAGONISMO POPULAR LA FUERZA DE LOS POBLADORES VENCERÁ!