Como Fuerza Pobladora creemos firmemente que el proceso constituyente es un engaño y un fraude para los pobladores, ahora y antes también, con la convención de los independientes y los falsos representantes del pueblo, como con el nuevo consejo constituyente de “expertos” y viejos políticos. Este proceso se diseñó para que los privilegiados, los que poseen las riquezas y el poder, pudiesen resolver su crisis institucional, generando una falsa imagen de cambio, buscando apagar de forma definitiva el descontento popular. En cualquier versión, discursos más o discursos menos, compartían el mismo objetivo para los poderosos: legitimar un sistema que solo nos condena a vivir en la pobreza, la explotación y la injusticia.

Mientras los políticos comienzan a sacar cuentas, y afilar los cuchillos para pasarse las cuentas respectivas, las condiciones del pueblo empeoran. Las alzas se mantienen mientras los empresarios siguen llenándose los bolsillos; el desempleo se siente cada vez con más fuerza en nuestros vecinos que son echados a la calle por los patrones, los sueldos bajan y las condiciones de trabajo se precarizan, aunque el gobierno celebre sus engañosas leyes de aumentos salariales y disminución de jornada laboral. La salud sólo empeora y el invierno asecha con fuerza una vez más en nuestras poblaciones, y para que decir el allegamiento y las precarias condiciones de habitabilidad, que se multiplican mientras el ministerio de vivienda está sumido en la inoperancia.

Por eso frente a este nuevo capítulo del engaño constituyente, llamamos a NO VOTAR, porque no compramos a ninguna de las variantes con que se vestirán los poderosos este domingo 7. Y tampoco compramos el oportunismo de quienes a última hora se muestran críticos al proceso al que le dieron aire durante 2 años, simplemente porque quedaron “debajo de la mesa” en los negociados entre los partidos.

Luego del Domingo 7, cuando la casta de políticos y empresarios saquen sus cuchillos y comiencen a echarse la culpa o en el otro bando se emborrachen de triunfalismo, los pobladores deben pasar a la ofensiva. Tal como hemos dicho, los pobladores y el pueblo en general deben construir su propio camino con real protagonismo, deben fortalecer la opción por medio de la organización y la lucha, y deben impulsar sus justas demandas porque los gobiernos y los parlamentarios solo lanzan migajas mientras nuestras condiciones de vida empeoran cada día.

A no comprar el engaño constituyente; A no votar y organizarse; A levantarse, salir a luchar y construir la alternativa popular, como una forma de conquistar una vida digna para todos.