El problema de la basura afecta siempre con mayor fuerza y de forma más directa a las comunas
populares, donde habitamos los pobladores, es decir, la inmensa mayoría de la sociedad. Por lo
general, estas comunas se caracterizan por un altísimo nivel de hacinamiento, debido a la gran
cantidad de familias que viven en situación de allegamiento. En cada sitio, pueden habitar tres,
cuatro, cinco o más familias, lo que evidentemente impacta en la cantidad de basura domiciliaria
que se produce, situación que se agrava aún más al combinarse con la ineficiencia de un sistema de
recolección de basura controlado por empresas privadas, avaladas por licitaciones municipales que
tienden a preocuparse más por garantizar el negocio que por responder a las necesidades de la
población.
El Domingo 7 los pobladores seremos convocados una vez más a validar los pactos y acuerdos truchos de los partidos y empresarios. Una vez más nos prometen que “ahora sí”, tendremos una constitución, pero ocultando como siempre que cualquier ley o norma diseñada bajo este modelo estará hecha a la medida de los empresarios. Pero al final, este nuevo llamado enfrenta a un pueblo que está mostrando una total indiferencia a las maniobras de los políticos de turno, teniendo como único recursos el miedo a la multa, que terminará movilizando a un pueblo cada vez más acogotado por las alzas, los bajos sueldos y las precariedades.
Recogiendo el sentir de todo el pueblo en esta Jornada Popular por la Vivienda, los Comités de Allegados, Comités de Mejoramiento y Techos, y todas las Organizaciones agrupadas en la Fuerza Pobladora de Chile, declaramos: