En primer lugar, rechazamos y denunciamos la incorporación inconsulta y unilateral de nuestro nombre en una declaración política que es contraria a nuestras ideas y objetivos políticos. Exigimos la inmediata corrección de esta situación eliminando a nuestra organización del listado de adherentes.

En segundo lugar, reafirmamos nuestra posición política que ha sido coherente desde la firma del acuerdo del 15 de noviembre del 2019, el cual buscó contener la movilización popular, sacarla de las calles, cooptando la lucha popular y dándole nuevamente protagonismo a la vieja y nueva clase política, iniciando así el proceso constituyente con el consenso de políticos y empresarios. Hemos denunciado todas las maniobras electorales y los engaños que han utilizado las esperanzas de nuestro pueblo para alimentar un camino de relegitimación de la institucionalidad y el modelo económico social que nos ha traído injusticias y desigualdades.

En tercer lugar, denunciamos el contenido y la forma de este llamado pronunciamiento de la “vocería de los pueblos” que se arroga la representación del pueblo, cuya validación consiste en un poco serio mecanismo de inscripción por internet, sin siquiera acercarse al pueblo para difundir sus contenidos, sin el más mínimo diálogo e interacción con las organizaciones sociales, sin discusión del contenido de una declaración que nada habla de la realidad y las demandas de los pobladores y del pueblo en general. Ese sólo hecho nos demuestra que esta nueva aglomeración de nombres y siglas no es más que otro intento oportunista de reemplazar la verdadera fuerza popular, por nuevas artimañas institucionales que sólo fortalecerán a los de arriba.

En cuarto lugar, manifestamos que el camino que debe hoy debe transitar el pueblo no esta en la convención constitucional, ni en las próximas coyunturas electorales que sólo buscarán renovar a los que nos dominan. Por el contrario, se encuentra en nuestras propias organizaciones populares, las que debemos fortalecer y multiplicar en cada población, con el real protagonismo, sin delegar a representantes aparecidos y oportunistas, el poder de nuestra gente.

Es desde la población, con fuerza organizada, con lucha en las calles e impulsando las verdaderas demandas del pueblo como arrancaremos lo que es justo y avanzaremos decididamente hacia una vida digna.