Las razones para luchar son varias y las urgencias del pueblo se han multiplicado. El aumento de precios no para, y dado que la economía no produce y no da trabajos los pobladores somos aún más pobres a pesar de que un puñado de privilegiados se ha hecho más rico, incluso aprovechándose de la crisis. Las indignas condiciones y las precariedades en salud, vivienda, educación se profundizan, la incertidumbre y la inseguridad se apodera de nuestras poblaciones sin tener soluciones reales.

Como respuesta solo hemos recibimos migajas y parches que sólo buscan ganar algunos puntos más en las encuestas o sacar a flote a un gobierno incapaz, preocupado de dar tranquilidad al bolsillo del empresariado. Nos hablan de soluciones históricas con aumentos salariales que no le hacen ni cosquillas a los precios de alimentos, del gas y la luz. Nos hablan de soluciones en salud, que sólo son voladeros de luces, porque sin resolver las interminables listas de espera, sin recursos básicos para atención, y sin especialistas, no hay subsidio ni copago que funcione. Nos hablan de un Plan de Emergencia Habitacional y nos tienen igual que todos los años, con burocracia y excusas varias sin resolver el problema de los pobladores sin casa.

Mientras tanto, la elite política se enfrasca en un nuevo espectáculo, esta vez con cachetadas de payasos para uno y otro lado, en un intento de diferenciación por medio de engaños y falsedades, con el fin de capar a un pueblo que no compra su farsa constituyente. Unos predicando el fin del mundo y las campañas del terror, de la mano del rechazo, y otros con descaradas mentiras diciéndonos que al ganar al apruebo nuestros sueldos serán dignos, que trabajaremos menos, que se resolverá el problema de los allegados, que no existirá más corrupción, ni colusión de las empresas, y una larga lista de ofertones de última hora; todo supuestamente sin tocar el poder de los ricos.

Con el objetivo de hacer frente a esta situación, de responder ante la precaria situación que afecta a las mayorías trabajadoras de nuestro país, hacemos un llamado a una Jornada de Protesta para el miércoles 31 de agosto, convocando a los pobladores y de los demás sectores del pueblo:

• A manifestarnos durante el día con acciones de protesta, movilizaciones, concentraciones y agitación, denunciando al gobierno, a toda la clase política a un sistema que sólo ofrece pobreza y precariedad.
• Agitar de todos los modos posibles la denuncia de un proceso constituyente, que, a punta de engaños y falsedades, busca sacar a flote un ajuste institucional a la medida de los dueños de la riqueza y el poder.
• A protestar en cada población del país, a las 20:00 de forma coordinada, manifestando nuestro descontento, levantando nuestras demandas y mostrando el verdadero camino que llevará al pueblo a obtener cambios: la organización y la lucha popular.

Fuerza Pobladora de Chile