Como chiste repetido que sale podrido aparece nuevamente el show electoral, pero por más que lo quieran vender como algo novedoso, los pobladores conocemos este guion de memoria y tenemos claro que, gobierne quien gobierne, las cosas solo han empeorado para nuestra gente.

Así también fue con el gobierno de Boric, que generó ilusiones y esperanzas, pero que en los hechos solo se limitó a administrar y profundizar las injusticias que se generan en la base de este sistema económico. En esa línea, el legado de este gobierno no es otra cosa que una vida peor para los pobladores y una mejor para los empresarios y Boric pasará a la historia como el presidente que más reprimió y desalojó a pobladores y que, al mismo tiempo, más recursos entregó a las AFP que irónicamente había prometido terminar.

Aun así, los mismos dueños de este sistema, nos obligan descaradamente a sumarnos a su show electoral, poniendo multas para asegurar convocatoria, conscientes de que la gente ya no cree en discursos y promesas eternamente incumplidas y que, sin este castigo de por medio, la participación llegaría a un mínimo histórico.

Adicionalmente, persiste un pobre debate de ideas de parte de los candidatos, con propuestas populistas que no hacen ni cosquillas a este modelo económico, ni menos resuelven los problemas reales. Por un lado, los candidatos de la derecha que, oportunistamente, se apropian de un discurso en torno a la seguridad para posicionarse con medidas inhumanas omitiendo el origen real del problema. Por otro lado, la candidata del gobierno que ha demostrado que su coalición no es capaz de ofrecer una alternativa de cambios reales y que sus principales logros -en el fondo- solo han favorecido el bolsillo empresarial (como la reforma de pensiones y el proyecto de las 40 horas).

Por eso, como Fuerza Pobladora de Chile, en esta coyuntura y así como todos los días, nos rebelamos y hacemos un llamado a nuestra gente a no votar en estas elecciones, pero también hacemos un llamado a organizamos y levantarnos decididamente contra este sistema, es decir, contra todas las injusticias que vivimos cotidianamente y con las que ningún candidato terminará.
Votar es validar un modelo económico, político y social que -gane quien gane- quedará administrado por los intereses de los mismos de siempre, en efecto, es validar todas las injusticias sociales.

Frente a un sistema que nos genera problemas desde su base, transformarlo de raíz es el único camino posible. Dado lo anterior, además de levantar la opción legítima de rebelarnos ante la coyuntura electoral, hoy una de las tareas que nos convoca como Fuerza Pobladora de Chile es desarrollar e impulsar la voz de los pobladores y desplegar esta alternativa política por todos los rincones del país, allí en nuestras poblaciones que es donde más se expresan las injusticias, pero donde también radica la fuerza para transformarlo todo y construir esa vida digna que nos merecemos, ni más, ni menos.